sábado, 18 de septiembre de 2010

Juntos, nada más, de Anna Gavalda,


Buenos y fiables amigos y amigas me habían recomendado en varias ocasiones leer alguna obra de Anna Gavalda. A mí siempre me daba la impresión de que no era el tipo de literatura que me va a mí, y sigo pensando lo mismo después de la lectura de Juntos, nada más, sólo que ahora estoy más abierto a esos que no son mis estilos de literatura. Porque en realidad he disfrutado leyendo esta novela, larga para mis gustos y hábitos lectores, de lo que finalmente me convenció Goizeder, del blog Cuéntate la vida (que además cuenta esta obra mucho mejor que yo).
Juntos, nada más cuenta la historia de cuatro personajes a la deriva, que se encuentran en momentos muy difíciles y desesperados, que finalmente acaban apoyándose unos en otros y ayudándose a encontrarse a sí mismos y su sitio en el mundo. La escritura de esta novela está llena de diálogos, y tuve que acostumbrarme a volar sobre las líneas, a ir extrayendo la información esencial para recrearme en los personajes y sus andanzas. Tiene esa mágica cualidad de la lectura que hace que en el momento en que abres el libro ya te sientas automáticamente al lado de esos personajes, pegado a ellos, oyendo prácticamente su respiración, sus miedos, sus anhelos.
En tiempos en que necesitas huir de tu entorno inmediato en algún momento, en que necesitas dialogar con otras personas lejanas y nuevas, esta lectura me ha resultado muy satisfactoria.
Radicalmente opuesta es la lectura que inicié después de despedirme de esos cuatro personajes renacidos de sus cenizas. Se trata de una obra difícil de clasificar pero que me está resultando fascinante: Algo elemental, de Eliot Weinsberger. Cuando termine de leerla, hablaré de ella en este blog.

Y tú, ¿qué estás leyendo?