martes, 29 de septiembre de 2009

Vuelta a la lectura: Larsson y Gamoneda

Tras un periodo de sequía lectora, debida sobre todo a exceso de trabajo, desgana, etc. vuelvo a la lectura. Yo tengo esos altibajos (up-and-downs, lo llaman en inglés), pero al parecer estoy recuperado después de leer por obligación demasiadas cosas sobre competencias básicas y otros entresijos de mi trabajo. Este verano me he entretenido un poco con el polémico libro de Santi Santamaría, que ha hecho correr ríos de tinta y revuelto las más ilustres cocinas de nuestro país (intocable Ferran Adrià incluido), y con pocas más cosas de sustancia que ahora recuerde (ni siquiera la guía de viajes de Islandia, que visité en agosto, me apetecía. Dicho de paso, un pequeño y bellísimo país). Así que llegó septiembre, volví al trabajo y alivié mis ansiedades post-verano con la lectura descuidada de "Los hombres que no amaban a las mujeres", de Stieg Larsson. Bueno, la verdad es que a partir de cierta página me enganchaba bastante, y el pasado fin de semana me chupé lo que quedaba (prácticamente, 300 páginas). Pero cómo he disfrutado. Sé que no tiene gran calidad literaria, que lo puedes leer bastante por encima en muchos momentos, pero ahí me tenía, enganchado. Una amiga y yo estamos pensando organizar una sesión de club de lectura sobre el libro, y yo creo que lo enfocaré con un sencillo punto de partida: ¿Por qué demonios te ha gustado? Lo que también se agradece al acabarlo es el alivio de peso en las manos, así que me pillo un libro muy diferente en todo (peso, grosor, tono narrativo, etc.). Se trata de "Un armario lleno de sombra", texto autobiográfico del poeta leonés Antonio Gamoneda (gran poeta, por cierto, con auténticas maravillas en su obra poética. Léase su obra completa, "Esa luz"). Creo que ya lo puedo considerar uno de los libros del año (o de mis libros del año), con una prosa muy castellana (adusta, sin barroquismos, escueta) y una precisión léxica y de todo tipo apabullante. Me maravilla el uso tan certero que hace del lenguaje. Estoy alucinando con el librito (no tanto, son 285 páginas, aprox.) Muy recomendable. Una joya. Cuando lo acabe, no sé si lo volveré a leer de forma inmediata o si atacaré una biblioteca de un grupo de colegas muy apetitosa. Ya os daré más detalles.